Maureen Esivert

Fundador de D'âme y Aum

Practicante de Ayurveda, consultora de estilo de vida y nutrición, profesora de yoga / yoga pre y posnatal

"No busco saber las respuestas, busco comprender las preguntas." — Confucio

Mi camino me ha guiado desde la creación artística hasta el camino del yoga indo-tibetano y el Ayurveda a través de caminos que os detallaré brevemente.

Mi vida profesional comenzó artísticamente alrededor de los 20 años, paralelamente a los estudios universitarios de sociología, luego literatura y civilización.

Al final elegí el camino musical.

Tras recorrer el mundo como saxofonista en diversas formaciones y estudiar en el departamento de jazz del conservatorio París 9, así como en la prestigiosa Escuela Bill Evans, donde estudié canto, orquestación y composición, me interesé desde muy joven por la pedagogía musical. Durante mi formación en este campo, comencé a dar clases en escuelas y asociaciones, y continué durante diez años.

Luego hice una pausa en la docencia para dedicarme a la composición musical y a la creación de espectáculos.

Al mismo tiempo sigo formándome:

Expresión escénica, método Feldenkrais, sofrología, constelaciones sistémicas y… yoga. Mi intuición sobre lo que el cuerpo transmite en todas sus dimensiones se confirma y se convierte en un punto central de mi práctica y enseñanza. Y, por supuesto, la prima, la consciencia y el dominio de la respiración como hilo conductor de estas disciplinas, creando el puente entre nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestra calidad de presencia.

Del yoga al Ayurveda

Tras este tratamiento en la India, que debo decir que me devolvió la energía y la vitalidad que requiere la práctica y la enseñanza del yoga, me intereso cada vez más por esta medicina ancestral india. Lo que me infundió confianza fue la verdadera intención de sanación del médico y sus colegas hacia sus pacientes, rezando por ellos antes de cada tratamiento para conectar con su alma. Pero no solo eso… El Ayurveda no ofrece un método inmutable que se aplique a todos por igual con un dictado médico. No, en principio, es una medicina al servicio del ser humano en todas sus dimensiones, consciente de la especificidad de cada uno. Así que sí, requiere escucha, cuestionamiento, seguimiento y cierta disciplina para que la persona se convierta realmente en protagonista de su salud.

Así que practico Ayurveda en mí y en mi hijo, y nos mantiene saludables, con una energía menos fluctuante, un entusiasmo por vivir y algunas grandes nubes que nos llaman al orden de vez en cuando, pero que damos la bienvenida y finalmente aceptamos.

Luego, después de varios años enseñando yoga, me formé como practicante de Ayurveda en el Centro Ayurveda de Aquitania, con el que colaboro y sigo aprendiendo técnicas de curación.

Así, mi introspección y mi formación en yoga a lo largo de los años, sumado a mi práctica de Ayurveda, me traen felizmente a encontrarme con ustedes hoy, con el deseo y la necesidad de compartir estas ciencias sagradas.

También me apasionan los seres vivos, particularmente nuestra relación con el mundo vegetal.

Trabajar la tierra también me brinda una sensación de conexión con nuestro entorno natural, una sensación de plenitud de vida y la alegría de observar nuestro ecosistema. Por ello, he tenido la oportunidad de trabajar durante los últimos dos años, en un momento afortunado de mi vida, en una granja de horticultura orgánica, desarrollando la agroforestería y protegiendo la biodiversidad. Allí también he satisfecho una necesidad de fuerza, equilibrio, coraje y conexión a tierra.